martes, 13 de julio de 2010

Consejos para aprender a enseñar

Por El Profesor

En este artículo vamos a compartir algunos tips de cómo enseñar durante una clase. No vamos a hablar de detalles técnicos sino que se va a poner una lista de las cosas prácticas y la actitud mental con la que podemos entrar a un salón de clase. El tono es vivas y no estamos muy serios esta vez. Así que sin más preámbulo, aquí va:

Enseñar es como actuar. Estar frente a los alumnos es como estar parado en un escenario y ellos son el público así que si te vas a parar frente al grupo más vale que tengas tu personaje –vocación- bien aprendido. Por si no lo sabías las profesiones más cercanas a la enseñanza son la actuación y la comedia individual. Entonces, no te caería mal aprender algunas técnicas de actuación.

Cuenta una historia. Las personas –más aún los alumnos- entienden más a través de historias así que aprovéchalo. Has conexiones entre los malos (problemas) y los buenos (conceptos, teorías, técnicas). Presenta a los personajes cuando hagan “su entrada” al escenario. Crea suspenso usando una línea en la historia que sea clara. Cuando los buenos ganen, celébralos. Da un avance hacia el futuro; revisa el pasado. Si enseñas matemáticas, historia, biología, lo que sea e insertas una historia verás cómo los alumnos se enganchan más fácilmente y aprenden mucho mejor.

Muévete siempre en la misma dirección. Una clase debe tener puntos claros y simples. Trata de no distraerte con otros temas aunque estén relacionados. Y no tengas miedo repetirte. La repetición bien planteada tiene una función extraordinaria en el aprendizaje de los alumnos. ¡Ah! Y por favor, evita el común “se supone que ya deben saberlo”, porque si un alumno no sabe algo, seguramente la culpa no la tiene él del todo. Has que lo que repitas valga la pena y se quede en sus memorias.

Cuando enseñes un tema, no pienses en enseñar el tema, mejor piensa en enseñar. No te enfoque en sutilezas al enseñar, enfócate en tu audiencia, los alumnos. Es decir: prepara tu clase ALLÁ pero enseña con todos tus sentidos AQUÍ.

Ilustra el movimiento del pensar. La gente aprende con ejemplos. No sólo des la fórmula para resolver un problema, mejor actúa como si los alumnos pudieran descubrir cómo resolverlo. Si les ayudas a descubrir errores esto puede ser incluso más efectivo que enseñarles solamente a hacer las cosas correctamente. No temas equivocarte con ellos. Ayúdales a descubrir de qué manera piensan sobre lo que aprenden y cómo lo aplican a la vida diaria.

Rompe la distancia entre la audiencia y el escenario. Haz preguntas. Pide que te hagan preguntas. Plantea problemas, pide que los resuelvan juntos, interactúa con ellos. Si formas equipos, no tengas miedo sentarte con un equipo como si fueras parte de él. Luego vete a otro equipo. Así ellos sabrán que te acercas lo suficiente como para crear la necesidad de trabajar. Si se están durmiendo, deja que la inteligencia opere: están cansados o aburridos, sácalos de ambos estados e improvisa. No tienes que cumplir con tu planeación al pie de la letra, de lo contrario te oxidarás.

Trata de seguir aprendiendo mejores maneras de enseñar. Hay muchas habilidades más que puedes aprender. Sólo habrás alcanzado la cima cuando numerosos grupos de alumnos hagan lo que sea por estar en tus clases. Eso es muy raro de ver y muy difícil de conseguir. Pero uno de los secretos es que siempre estés interesado en todo, no sólo en tu campo de acción académica. Enseñar se vuelve más divertido cuando le pones energía y te vuelves tú mismo un alumno de todos aquellos con los que interactúas. Sí, incluyendo a los alumnos.

Enséñale a los alumnos que tienes y no a los que desearías tener. Es realmente engorroso, horrible e irritante escuchar maestros constantemente no sólo quejarse, sino incluso hacer chiste entre ellos por la manera en que son sus alumnos. Se la pasan tallando la lámpara de Aladino en espera de que el genio les conceda alumnos “brillantes”, según el concepto que dichos maestros tienen sobre ser brillante. Por favor, evita esto. Los alumnos que sí tienes son todos genios en potencia, pero si no se manifiestan es porque tú no los quieres ver y sigues esperando ver otro tipo de alumnos que ellos no son. Así que tállale a la lámpara de los genios que ya tienes frente a ti. O bien, ¿te acuerdas de aquellos maestros que te hacían sentir que tu no valías la pena o que eras un burro? Bueno, no te conviertas en uno de esos maestros.

Como verás, los consejos son sencillos. Y si no son sencillos significa entonces que te están dando luz para hacer de tu práctica docente algo fresco, divertido, muy serio y muy efectivo. Sólo recuerda que estos consejos no son una guía para volverte un payaso que entretiene al grupo. No. Muy al contrario. Te ayudarán a ser todo lo bueno que tu puedes ser como maestro y por lo mismo te conviertes en una autoridad por lo que hace y transmite y no por lo que impone y exige.


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